miércoles, 22 de julio de 2015

Cómo agradecerte, Luna...


Cómo agradecerte, Luna, tu constante presencia
que conforta mi fiebre de noche quebrada,
cuando vago triste, perdida mi esencia
sumida en la pena, corazón a ras de suelo.
Confidente eterna, tu luz serena y calmada persiste,
me elevas mirada, pensamiento y espíritu al cielo.
En mi negro laberinto anclada, perdida,
tu hilo de plata viene a mi recuerdo,
me regalas la consciencia sencilla del instante:
Hacia arriba y adelante, ahí está la salida.






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